jueves, 8 de julio de 2010

ENCUENTROS NACIONALES DE MUJERES: Una experiencia única en el mundo


Han recorrido el país. Miles de mujeres los protagonizan cada año. Silenciados por los grandes medios, crecieron hasta las 20.000 reunidas e hicieron crecer el movimiento de mujeres en la Argentina. Son mucho más que una piedra en el zapato de los gobiernos y los sectores reaccionarios de la Iglesia y hasta ahora nadie logró romperlos. ¿Qué tienen los Encuentros para todo esto?
“El primer Encuentro de Mujeres al que voy es el de Chaco (1998). Yo ni sabía lo que era un taller, no entendía para qué estaba en tal o cual lugar, me senté en el micro con la misma gente con la que había vendido rifas y tortas para ir; lo que me decían que hiciera yo hacía, estaba mal, era un ente. Yo fui al Encuentro como con un casco de moto, y me lo martillaron: se estalló el casco. Y me dije `¿cómo puede ser?´ Porque yo no fui a un solo taller, fui puerta por puerta y en cada uno no hablaba, pero podía participar escuchando. Lo que yo escuchaba era como ver la vida parada en otro lugar de la habitación, ¿viste cómo te cambia la óptica, cómo te cambia la luz cuando amanece, y cuando el sol está arriba? Era otra vida.”
Así habla María F., desgrana informalmente su historia, como una más de las conversaciones que tienen lugar en las 18 horas que tarda el micro desde Tucumán, donde acaba de finalizar el 24º Encuentro, hasta Buenos Aires. Con padres alcohólicos, embarazo adolescente de un novio del que se estaba separando, se casó con una pareja 14 años mayor, con otra compulsión: el juego. En la vorágine de esa adicción se fueron perdiendo empleos y viviendas, hasta tocar la marginalidad y recalar finalmente, con dos niños pequeños, en un edificio semiocupado y semidestruido. María era el sostén económico y afectivo de la familia. Tejía, cuidaba chicos, cocinaba y vendía pan, trasladaba y subía cuatro pisos la garrafa para cocinar, administraba la miseria y no paraba un minuto. Con garra protegía una vida digna para sus hijos, y seguía luchando por “cambiar” a un marido a quien “quería”. “Volví del Chaco fortalecida, con lo que había escuchado, con las posibilidades que sentía que tenía, con la ilusión del trabajo que, charlando, me había ofrecido alguien en el viaje, con empezar a estudiar… yo cuidaba a una nena y entraba a las 8; llegué 8 menos cuarto, me acosté al lado de él en la cama y le dije: ‘Llegué de Chaco, escucháme bien lo que voy a decir: voy a empezar el Magisterio. En tres años, si no cambiaste, te vas de esta casa. Te doy tres años’. Fue como la luz en mi vida. No, como el arco iris. Después vino el viaje a Bariloche, era como que mi cabeza empezó a abrirse de a poco.”
La historia que pertenece a María F. comparte con otras miles la suma de sufrimientos y la opresión de género. El relato de su experiencia muestra cómo se prolongan los Encuentros en el viaje de vuelta. Y cómo esos tres días por año van mucho más allá, enraizados en la vida de cada una de las participantes. Como siempre decía una de sus grandes defensoras, María Conti, y se volvió a repetir en 2009 en Tucumán: “Algo cambia en cada mujer que participa”.
¿Qué tienen los Encuentros Nacionales de Mujeres para constituirse en esta experiencia, única en el mundo? ¿Qué los mantiene vivos y creciendo desde hace ya 24 años? ¿Qué hace que miles, a pesar de las distancias, la falta de recursos, la crisis, concurran desafiando el mandato de que las mujeres deben quedarse en casa cuidando a “su” familia? ¿Cómo es posible que se conozcan y convoquen, cuando los grandes medios de comunicación los han silenciado durante todos estos años?
Haciendo historia
Tal vez, para reconocer el camino realizado por los Encuentros, convenga recordar cuáles fueron sus orígenes. Allá por 1985, un grupo de argentinas que participaron del Foro de Organismos no Gubernamentales en Nairobi, Kenia, durante la clausura de la Década de la Mujer (julio de 1985), volvieron impactadas por las injusticias relatadas, en especial por mujeres de Asia, África y América Latina. “En casi todos los casos expuestos, la subordinación de la mujer –por momentos rayana en la esclavitud – fue el común denominador. El recuerdo de este hecho, sumado a la realidad constatada en nuestro país de la ausencia casi total de mujeres en las listas de los distintos partidos políticos sin la posibilidad de acceder a funciones de importancia y de decisión, fue el detonante”, cuentan en la publicación final del Primer Encuentro (o “Librito del Encuentro”, en adelante: LE1).
La iniciativa prendió rápidamente, abonada por múltiples factores. Tuvo como marco el desarrollo a nivel mundial de los temas relacionados con la mujer, a partir del Decenio de la Mujer 1975/1985 de Naciones Unidas. Se alimentó de las experiencias de los Encuentros Feministas Latinoamericanos, realizados en 1981 en Bogotá, en 1983 en Lima y en 1985 en Bertioga. En éstos se afirmaron dos principios clave en la posterior historia de nuestros Encuentros: la autonomía y el funcionamiento en talleres.
Y empalmó con la tradición de lucha de las mujeres argentinas. Por esos años, recién salidos de la dictadura, el ejemplo de las Madres de Plaza de Mayo era un hito, dentro de una historia donde muchas mujeres resistieron y lucharon contra el genocidio y la opresión, hermanándose con silenciadas y anónimas heroínas que batallaron desde las guerras de la independencia. Las mujeres argentinas fueron pioneras en la defensa de los derechos específicos: los 8 de marzo, como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, fueron conmemorados aquí desde 1923 por mujeres socialistas y comunistas. Las feministas fueron más tarde avanzada en la denuncia de la violencia de género.
Por último, otras razones más puntuales agitaban a las mujeres y alentaron la concreción del primer Encuentro: 1985 fue un año electoral, y la presencia femenina en las listas era escasísima. Año del Plan Austral, de cierre de fábricas y despidos, un grupo de mujeres habían llegado hasta la Plaza de Mayo de Buenos Aires instalándose con una huelga de hambre: eran las esposas de los obreros de Ford, los que ocuparon la planta durante 18 días. Eran tiempos, también, del alfonsinismo en el gobierno y su proyecto del “tercer movimiento histórico”, detrás del cual pensaba incorporar a las mujeres.
Apenas salidos de la dictadura, en 1984, se había constituido en Buenos Aires la Multisectorial de la Mujer, que reunía a mujeres de distintos partidos políticos, gremios, agrupaciones feministas, amas de casa, profesionales, en el trabajo por reivindicaciones específicas. Convocaba los 8 de marzo a un gran acto en Congreso, con entrega de petitorio a los legisladores. Entre otras campañas, peleaba entonces por la modificación de la patria potestad, que excluía a las mujeres. Muchas de esas mujeres en la Multisectorial van a ser las primeras autoconvocadas, que se constituyen en “Comisión Promotora del Encuentro”. Había entre ellas radicales, feministas, peronistas, socialistas, comunistas revolucionarias, comunistas, mujeres de organizaciones de derechos humanos, católicas, conservadoras populares, desarrollistas.
El Primer Encuentro Nacional de Mujeres se realiza los días 23, 24 y 25 de mayo de 1986, en dependencias del Centro Cultural San Martín, en Capital Federal. Su organización demandó, cifra simbólica, 9 meses. Al momento de la apertura la ciudad era un caos: dos actos políticos, huelga de taxis, inconvenientes en el transporte. No obstante, mil mujeres participaron del evento. Muchas de ellas llegaron de distintas provincias del país, y algunas vinieron del exterior.
Las jornadas fueron un éxito; pero esas 43 pioneras que convocaron el primero lograron algo que iba mucho más allá: establecieron bases de funcionamiento clave que hicieron posible la continuación de los Encuentros hasta hoy.
El “espíritu” que les dio cuerpo
Si releemos el “librito” del primer Encuentro, vemos repetirse las palabras “alegría”, “entusiasmo”, “esperanza”, “respeto”. Como corresponde al lenguaje de las mujeres, sentimientos e ideas no están escindidos: esas palabras reflejan también una propuesta de trabajo y un modo de encararlo. Esa primera comisión organizadora establece pautas de funcionamiento para estos Encuentros: serán autoconvocados, autónomos, plurales y horizontales, federales y profundamente democráticos.
“La autoconvocatoria fue realizada poco a poco y con gran esfuerzo, en todos los niveles sociales y culturales, por esta primitiva comisión y las mujeres que se fueron acercando (…) Todo se fue concretando con una absoluta horizontalidad y con abstención de cualquier representación. Fue una decisión unánime de las organizadoras, trabajar sin una estructura de mando”, explican en LE1. Esa comisión se articuló en comisiones de trabajo y plenarios generales, siendo solamente estos últimos resolutivos. Esta forma permitió que durante 24 años, en cada una de las provincias del país donde se hicieron los Encuentros, decenas de mujeres, de las más heterogéneas características, participaran, aprendieran y crecieran con su organización. Una organización que supone convocar; elaborar el programa; conseguir lugares donde funcionar, alojamientos y comida; buscar recursos económicos; tramitar la declaración de interés nacional, provincial y municipal para facilitar la asistencia; organizar la apertura, talleres, actividades, peña, marcha y cierre; velar por el funcionamiento de las jornadas… ¡todo esto para un evento que ha reunido hasta más de 20.000! Todas las Comisiones salieron airosas.
Desde el principio, también, las mujeres defendieron a capa y espada la autonomía, con una regla de oro: no aceptar ningún tipo de ayuda que suponga condicionamiento.
Víctimas predilectas del vaciamiento que en esta sociedad sufren las palabras, buscaron que pluralidad, horizontalidad y democracia no fueran meras declamaciones, y eligieron como forma de funcionamiento los talleres. “Nos comprometimos a no crear situaciones en las que una persona hablara y las demás tuvieran que escuchar” (LE1, palabras de apertura). En los talleres, el “corazón” de los Encuentros, todas tienen por igual derecho a la palabra: no hay jerarquía, condición social, fama, título, militancia o edad que otorgue ningún privilegio en su uso. Cada una, además, habla por su propia voz: no representa ni es representada”. “Aquí hemos estado presentes mujeres de diferentes sectores políticos, de diferentes sectores sociales. (…) Pero hemos estado todas a título individual, hablando con nuestra propia voz” (LE1, palabras de clausura).
“Aquí se han expresado opiniones, ideas y puntos de vista diferentes (…) El mismo hecho de que las conclusiones no sean generales del Encuentro, sino conclusiones propias o síntesis propias porque en algunos casos no se trata de conclusiones sino de reflexiones respecto a determinados temas propios de cada taller, es una expresión de respeto a la no imposición de conclusiones únicas de una mayoría, cuando esas conclusiones únicas no existen” (LE1, Palabras de clausura). Por eso, en los talleres no se vota: las conclusiones registran las opiniones consensuadas y las otras.
También en esa primera vez quedaba derribada la barrera entre vida privada y pública, entre problemas específicos y políticos, con que se suele frenar la lucha de las mujeres: “El paso de la vida doméstica, entendida como el lugar exclusivo asignado a las mujeres, a la acción y la organización; la comprensión de que la política no es únicamente el campo de lo público sino que también abarca el campo de lo privado, es algo que ha surgido como una resultante sumamente clara de algunas de las conclusiones de este Encuentro, y que tiene mucho que ver con nuestra vida de mujeres” (LE1, palabras de cierre).
La continuidad y el federalismo eran entonces una propuesta: “… que éste no sea un cierre, en el sentido estricto de la palabra, sino la apertura de nuevos Encuentros en todas las provincias del interior del país” (LE1). Sueño cumplido, el federalismo amplió la cantidad pero también la calidad de la participación: en los Encuentros tienen voz las mujeres de todo el país y, a través de ellas, las realidades, problemáticas y luchas que lo recorren. Ratificándolo, desde el VII Encuentro, celebrado en 1992 en Neuquén, se agregó “la marcha”: cuadras y cuadras de mujeres de todas las edades conforman un conjunto colorido y heterogéneo, que acompañado de cantos, consignas, alegría y entusiasmo desocultan en cada ciudad el evento que las reúne, los temas que las preocupan y el espíritu de lucha.
La esperanza y el cambio
Insistir en el “espíritu” de los Encuentros equivale a defender una forma fructífera que encontraron las mujeres en la Argentina para hacer crecer su movimiento. No invalida el reconocimiento de los cambios que se produjeron a lo largo de estos 24 años, ni tampoco la necesidad de seguir produciéndolos, en el desarrollo de esta herramienta de lucha.
En lo que va del primer Encuentro aquí, se ampliaron los talleres no sólo por el número de participantes sino también por las temáticas que tocan. Algunos, como los de trata, tienen que ver con problemas que se han agudizado vertiginosamente en los últimos años. Durante este tiempo, también, miles de mujeres que las primeras veces permanecían calladas, se convirtieron en militantes por las reivindicaciones de género. Miles descubrieron que la situación de opresión en su vida cotidiana no es un destino, y empezaron a llevar lo individual al plano de lo colectivo, para reconocer causas sociales y políticas. Viceversa: muchas que centraron sus primeras batallas en el terreno político, fueron descubriendo una problemática específica.
Los Encuentros reflejaron durante estos años el impetuoso crecimiento de la participación de las mujeres en las luchas de género y, sobre todo, sociales, que recorrieron nuestro país, y a su vez convalidaron y ayudaron a ese crecimiento.
María F., nuestra relatora inicial, es un buen ejemplo para concluir esta nota. María cuenta que siguió y terminó sus estudios, que finalmente se separó de su marido, que en 2001 fue piquetera. “Quemaba gomas, pero a mis hijos no les faltó un plato de comida. Yo iba a los Encuentros y me inyectaba de energía, porque en los talleres de organización barrial, por ejemplo, veía lo que hacían las mujeres y era ejemplar. Yo les enseñaba a hacer 40 milanesas de soja con dos mangos, y ellas me enseñaban a vivir con dos mangos, con dignidad y con alegría.”
Hoy María tiene trabajo, sigue una carrera terciaria, se incorporó a una militancia social, está orgullosa de sus jóvenes hijos y rearma su vida afectiva. “El Encuentro de Mujeres, para mí, fue el encuentro con la mujer que soy: ellas te permiten encontrarte. Porque vos ves la valentía de otras; porque mi historia no es la única, hay cientos, y cuando uno tiene esta mirada, empezás a ver en los ojos de otras mujeres. Por eso yo lo cuento con tanta apertura, porque es esperanzador, es decir: se puede. Es lo más sano que te puede pasar: que una tenga la esperanza de que algo pueda cambiar”.

Por Pilar Sánchez

Nota completa: Revista La Marea N° 33. Año 16, Verano 2009 - 2010. ISSN 1851 - 613




Queridas compañeras mujeres del país:

Al cierre del XXIV Encuentro Nacional de Mujeres en Tucumán se eligió a nuestra ciudad como
sede del XXV Encuentro, que tendrá lugar los días 9, 10 y 11 de octubre.
Las entrerrianas estamos trabajando para esperarlas; estamos poniendo todo nuestro esfuerzo para garantizar este espacio que venimos construyendo a lo largo de veinticinco años. Muchas nos encontramos cada año para hacer un balance de nuestras luchas, de nuestras conquistas, de nuestros avances. Queremos lograrlo este año para ustedes y enriquecerlo aún más, brindando lo mejor para todas las Encuentreras.
Seguimos apostando a los Encuentros. Sostenemos su autonomía, su pluralidad, su horizontalidad, su democracia y su autofinanciamiento, porque esos fueron los motores de este gran movimiento de mujeres en nuestro país. Argentina es el único país del mundo donde han perdurado experiencias de este tipo, fortaleciendose año a año gracias a miles de mujeres que día a día luchan contra las injusticias sufridas.
Este Encuentro estará atravesado, sin dudas, por la difícil situación que vive nuestra sociedad y que castiga con más dureza a las mujeres, agravada por la crisis mundial.
También estará signado por nuestra historia. En el año del Bicentenario de la Revolución de
Mayo, los procesos de liberación se ponen en discusión con mucha fuerza. Las mujeres tenemos una responsabilidad histórica, política y social y por esta razón es que nuestra participación en el espacio que constituye el Encuentro adquiere tanta importancia.
Los debates y las propuestas que quedan después de compartir estas jornadas nos renuevan,
generando estrategias para enfrentar los diversos modos de opresión que sufrimos. Los Encuentros nos dejan tareas y experiencias que compartimos y que nos fortalecen en la lucha por nuestros derechos, para avanzar en la visibilización y solución de nuestros problemas: violencia familiar, femicidios, trata de personas, pobreza, derechos sexuales, derechos reproductivos, despenalización y legalización del aborto, discriminación laboral, además de la impunidad y los abusos que nos golpean diariamente.
Para encontrarnos miles de mujeres con padecimientos similares; para fortalecernos con
experiencias heroicas que nos alumbran el camino; para contagiarnos de ganas de luchar y transformar esta realidad: les abrimos las puertas para que el Encuentro seamos todas.

¡LAS ESPERAMOS CON LOS BRAZOS ABIERTOS!

COMISION ORGANIZADORA DEL XXV ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES

Escuchar: SPOT XXV ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES



Edición audiovisual: Roberto Rodriguez

Para informarte escibí a:

prensa25encuentro@gmail.com
organizacion25encuentro@gmail.com
alojamiento25encuentro@gmail.com
cultura25enm@gmail.com

Blog: www.25encuentromujeresparana.blogspot.com

Facebook: XXV Encuentro Nacional de Mujeres

9 de Julio Las luchas por la independencia, ayer y hoy

Detalle del mural de David Alfaro Siqueiros en el Museo del Palacio de Bellas Artes del D.F


El 9 de Julio, en Entre Ríos, debe ser un día especial de reflexión crítica sobre las luchas por la independencia, las de ayer y las de hoy.
Y es importante ver más allá de los hechos históricos y de las fechas instituídas, y analizar en profundidad los procesos históricos concretos.
El 9 de Julio los diputados firmaron un Acta en Tucumán. Pero antes, después y más allá de ellos, en toda Nuestra América se dieron grandes luchas revolucionarias contra la dominación imperialista. Y en esas luchas, hay que destacar el sacrificio de las clases populares, que dieron su vida en la lucha por la liberación.
Las luchas en toda Sudamérica presionaban y empujaron políticamente al Congreso de Tucumán para firmar la Independencia. Las luchas de los pueblos originarios, con Tupac Amaru como conductor y ejemplo paradigmático, la de los negros descendientes de esclavos africanos como Touissant L'Overture en Haití y como todos los negros en toda Nuestra América. Las luchas de Belgrano, San Martín, Güemes, y Bolívar, y especialmente, la lucha revolucionaria por la independencia verdadera y por el federalismo auténtico que desarrollaba la Liga Federal, comandada por José Artigas.
Entre Ríos y la Liga Federal no participaron del Congreso de Tucumán. Es que aquí, un año antes, el 29 de Junio de 1815 -fecha que tenemos que recordar tanto y más que el 9 de Julio- ya se había declarado la Independencia absoluta en el Congreso de Oriente, de Arroyo de la China, de Concepción del Uruguay -fué nuestra Primer Declaración de Independencia-; y la diagonal roja de nuestra Bandera Federal refleja el homenaje combatiente a la sangre derramada por los sectores populares en esa lucha completa anticolonialista, antiimperialista y anticentralista.
Y era el poder centralista y neocolonialista el que convocaba a un supuesto debate en Tucumán, en medio de sus acuerdos con el imperialismo europeo y a la par de sus ataques a las provincias comprometidas con el proyecto federal revolucionario.
No iba a haber independencia real si no había federalismo auténtico y libertario. No la habrá si no logramos ambas cosas al mismo tiempo. Artigas siempre vuelve, porque tenía razón.
El 9 de Julio es políticamente el día en que Bs.As y las demás provincias también firmaron -y a su manera- la independencia. Pero esa es, insistimos, para los entrerrianos, orientales y litoraleños, la Segunda Declaración de Independencia.
Y no todos los congresistas de Tucumán estaban convencidos del asunto. Buena parte de ellos eran monárquicos y además, Bs.As no dudó en enviar delegados de ese Congreso al Brasil, para acordar con el imperio portugués la invasión a la Banda Oriental y la derrota del proyecto artiguista, como luego sucedió.
Y el proceso de luchas por la primer independencia sudamericana, mal que le pese a las revistas infantiles y a algunos medios, siempre tan ideológicos, no terminó con una firma el 9 de Julio. La derrota del imperio español se produjo en Ayacucho, en Perú, en 1824 y gracias a la difícil coordinación sudamericana y a guerra popular prolongada que lo enfrentó con todas sus fuerzas.
Pero la independencia política contra España no significó liberación política, social y cultural para los indo-afro-americanos, cuyas fuerzas populares subalternas quedaron divididas y fragmentadas frente a la naciente geopolítica nacional-estatal criolla y oligárquica hegemónica, que surgía en ese Siglo XIX. Y está muy claro que la colonialidad del poder continuó y continúa.
En toda Nuestra América hoy, los pueblos originarios, los hermanos indígenas y todos los movimientos populares están dando las nuevas batallas contra el colonialismo.
Y analicemos un poco más ese año clave de 1824. Por un lado, y con un enorme esfuerzo de unidad y sacrificio con vidas y sangre popular, Sudamérica derrota al imperio y logra la Primer Independencia política. Pero ese mismo año, el gobierno unitario porteño -cuyo ideólogo era Rivadavia- pide el primer préstamo a la Banca inglesa Baring Brothers e inicia la deuda externa, un grave problema que nos duele y nos saquea hasta el día de hoy.
En 1824 entonces terminábamos la lucha por la primer independencia, pero ya se iniciaba la lucha por la segunda, que llega hasta nuestros días.
Hoy, estamos en el año del Bicentenario del Movimiento de Mayo de 1810. Y en medio de un mar de dificultades y contradicciones, Nuestra América busca su Segunda Independencia.
El capitalismo está en crisis estructural, y los poderosos del mundo vienen por todo. Vienen por el agua, por la tierra, por el monte y por la vida. Debemos unirnos, recuperar nuestra genealogía histórica y luchar, para que en los próximos actos no nos encontremos sólo para cantar un himno, para repetir discursos hechos o sólo para izar una bandera.
Hoy en Nuestra América se habla desde arriba, del ALBA, de una Alternativa Bolivariana y de una UNASUR, una Unión de Naciones del Sur, que hoy conducen unos que se parecen a Rivadavia con sus Fondos del Bicentenario. También se habla, desde abajo, de Encuentros de Organizaciones Latinoamericanas Autónomas y de confederaciones originarias y populares. Desde Entre Ríos debemos ayudar a superar los prejuicios y las mentiras ideológicas del poder y discutir estos proyectos, desde abajo, junto a todos los que luchan en nuestra tierra abyamericana, para sostener lo que deba ser sostenido y para superarlos si es que las clases populares y los movimientos sociales deciden superarlos, y para llenarlos de contenido litoraleño y rioplatense, y emanciparnos de la opresión política, económica, social, cultural, pedagógica, informativa y vital, todos juntos confederados, como soñó don José Artigas.
Porque peor es no discutir nada y no luchar por nada, y seguir dando vueltas entre limitaciones, discursos, traiciones y fracasos.
Debemos abrir nuestras cabezas y nuestros corazones, porque no puede ser que nos sea más familiar el show impresentable de Tinelli que, por ejemplo, el asesinato golpista y fascista a un gurí o a un periodista en Honduras.
Debemos salir de la influencia de la propaganda mediática hegemónica porteña, europea y norteamericana, que en realidad son tres aspectos de lo mismo.
La lucha será larga, pero será mejor si la hacemos unidos, porque si no, no le garantizaremos a nuestros hijos ni libertad, ni igualdad, ni justicia, ni oportunidades, ni trabajo, ni solidaridad, ni dignidad ni nada.
Sólo los pueblos unidos en la lucha salvarán a los pueblos, y harán -por sí mismos, por su propiaautoactividad política, económica, educativa y cultural, bioregional, autónoma y contrahegemónica- que la Independencia política y social no sea sólo un acto patrio y simbólico de un sólo día.
Más que nunca, reafirmemos entonces en este largo día después de mañana, que no habrá emancipación política sin emancipación social.

Prof. Mauricio Castaldo
mauriciocastaldo@gmail.com
Para RNMA-ER

Desconocidos queman la puerta de la CTA Paraná


Ricardo Sanchez, Secretario General de la CTA Entre Ríos

El miércoles 7 de julio de 2010 por la madrugada, un grupo de desconocidos quemó la puerta de entrada de la filial Paraná de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), ubicada en calle Tucumán 278. Según fuentes policiales, utilizaron trapos mojados con nafta y hasta ahora no han sido identificados. El hecho se suma a la lista de atentados y aprietes que vienen sufriendo los sindicalistas desde hace tiempo. Si bien se han hecho las correspondientes denuncias ante la justicia, esté organo a ún no ha dado respuestas.

Foto: Roberto Rodriguez

Por: RNMA E.R.
“Nuestros jubilados y el 82 % móvil”




Daniel: mi estimado Azcurra hoy querría llevarlo a conversar sobre el tema candente de la inminente aprobación por el Senado Nacional de la ley que reestablece el carácter móvil de los haberes jubilatorios.

Respuesta: bien Daniel, ¡lindo y delicado tema!

Daniel: debo confesar que tengo sensaciones encontradas sobre el tema Profesor.

Respuesta: ¿Por qué Daniel? ¿Cuáles son tales sensaciones encontradas?

Daniel: Y porque ¿quién en su sano juicio podrá rechazar la justicia de tal reparación a nuestros mayores? Pero al mismo tiempo cuando se observa el origen y las intenciones de quienes lo proclaman, experimento ciertas náuseas ya que no es mi deseo coincidir o hacerle el juego a la derecha liberal.

Respuesta: bueno pero ese estado es “sano” si me permitís el término y además políticamente acertado.

Daniel: ¡sí claro, pero como rechazar esta actitud entre cínica y asqueante de la derecha que se monta y hace suyo un reclamo de los jubilados sin caer en una posición antipática con ellos justamente.

Respuesta: Daniel, hay aquí me parece dos instancias o momentos que debemos tener claro y tres actores sociales. 1º) la justicia del reclamo y de su implementación impostergable; 1º) la posición obstruccionista y oportunista de la derecha que no pierde ocasión para golpear al gobierno. Lo primero es irrefutable y lo segundo se entiende ¿o qué quiere el gobierno y su partido? ¡la derecha hace “su” política! ¿Cuál? La de desgastar al gobierno y hacer que se muestre inepto, incompetente y enfrentarlos con los jubilados ¡no debe quejarse! Y en cuanto a los actores tenemos a: a) los trabajadores pasivos (jubilados); b) a la clase empresarial de las grandes corporaciones evasora, “negrera” y que fuga capitales, que es la que está detrás de estas “iniciativas” de la derecha política representada por los partidos e intereses de la oposición, y c) el gobierno y su “modelo” económico.

Daniel: bien Profesor, pero discúlpeme, si me dan náuseas coincidir con la derecha, tampoco es de mi agrado ponerme junto al gobierno que como es sabido no es un dechado de virtudes populares ni ¡mucho menos! antiimperialistas ¿verdad?

Respuesta: ¡Y está bien Daniel! No hay que estar con uno ni con otro, pero hay que saber ubicar las relaciones de fuerza de las clases y los tiempos de la política. Quiero decir: podríamos reconocer ¡y debemos hacerlo siempre! la justicia del reclamo y lo perentorio de que sea puesto en práctica, sosteniendo la mendacidad de la derecha (¿se acuerdan de: “síganme que no los voy a defraudar” de un ex - presidente peronista?)


Pero además para exigir al gobierno que no porque haya necesidad de un enorme volumen de dinero sea “imposible” pagarlo.

Daniel: pero ¿y cómo se podría llevar a cabo esta ejecución si, supongamos, no hay partida en el presupuesto y aún si la hubiera no alcanzara?

Respuesta: ¡Aquí está el quid! El gobierno sostiene aquella afirmación pero no tiene empacho en tomar los fondos de la ANSES para “subsidiar” empresas de capitalistas en nombre de fortalecer el empleo y el consumo, incluso Moyano está de acuerdo con esto porque genera “puestos de trabajo”, pero esto es un sofisma mayúsculo: con tal criterio lo mejor sería rebajar los salarios a todos los trabajadores (incluyendo jubilados) y dárselos a las empresas porque con semejante cantidad “generarían muchas puestos a ser ocupados” ¡claro que no se sabría cómo se generarían si el consumo se contrajese cuasi al nivel de subsistencia! ¿a quiénes les venderían las empresas? Es una argumento que no se sostiene ni en la lógica ni en la realidad. El dinero de los jubilados tiene que ser para los jubilados no para las empresas.

Daniel: ¿entonces Profesor?

Respuesta: Entonces estimado amigo: que el gobierno tiene una magnífica oportunidad para “cumplir con la ley buscando los recursos donde éstos están”

Daniel: ¿Y dónde están?

Respuesta: Pues bien: 1º) en la restauración de los aportes patronales que los quitara Mr Cavallo; 2º) En el establecimiento de un impuesto a las transacciones financieras: ¿cómo es posible que los trabajadores, la población toda, cada vez que compra un Kg. de pan pague impuestos (IVA) y los capitalistas especuladores nacionales y extranjeros no paguen nada?; 3º) llevando a cabo una política profunda de eliminación de la evasión y de la elusión de las empresas de sus obligaciones impositivas; 4º) establecer impuestos a las actividades mineras junto con un control y auditorías permanentes de las mismas para evitar los desastres ambientales que producen; 5º) implementar una política contra el trabajo “en negro” que parece haber tomado carta de ciudadanía “natural”: el 50 % de los trabajadores trabajan sin estar “declarados”, esto implica que tales empresas al “blanquearse” paguen los impuestos. Si el gobierno estuviera dispuesto a llevar una lucha frontal contra todas estas situaciones infames yo lo acompañaría de buen grado ¡y habría que acompañarlo! Pero, estoy seguro ¡no es lo que hará! ¡Ni siquiera se lo propondrá! Hablará sólo de que los jubilados están mejor ahora con Kirchner y Cristina que antes. ¡Vamos, por favor!

Daniel: Hasta la próxima Profesor.


Programa radial “Miseria de la radiofonía” – Paraná – Entre Ríos
Conductor: Daniel Villagra – Entrevistado: Fernando H. Azcurra

E.R: Docentes de islas, un ejemplo de lucha contra las desigualdades sociales



El documental “Escuelas flotantes, ideas firmes” fue presentado ayer por la mañana en la sede de AGMER Central de nuestra ciudad, ubicada en calle Rivadavia 114. El video es el segundo que realiza la entidad gremial y se enmarca dentro un proyecto de denuncia audiovisual encarado por la entidad y realizado en esta oportunidad por el docente Mario “Manteka” Martínez.
En quince minutos los realizadores lograron describir la problemática y las necesidades de los isleños que habitan la zona del delta victoriense, al sur de nuestra provincia. Mediante la voz de los docentes, los alumnos y los padres de estas pequeñas comunidades flotantes, salta a la luz un lugar en donde la injusticia y la desigualdad social se mecen en las aguas del Paraná como los camalotes que arrastra una creciente.
La abundante y exuberante naturaleza ribereña oculta la realidad de unos gurises que a costa de un gran sacrificio acuden día a día a la escuela a educarse en condiciones inadecuadas, en un lugar por sus características, está catalogado por las autoridades gubernamentales como de “zona inhóspita”.
La denuncia de los docentes ya tiene varios años y gestiones de vida, pero hasta ahora nadie les ha dado una respuesta favorable. La indignación se hace presente inevitablemente al saber que en pleno siglo XXI, en las generosas costas del Paraná, hay niños y niñas que no tienen garantizado su derecho a la educación, a la vivienda, a la salud, a la recreación y de quienes el Estado solo se acuerda en épocas de campañas electorales, porque son un número más.
El departamento Victoria tiene una superficie de 6.822 km2 y sólo 11 escuelas flotantes para cubrir la necesidad educativa de miles de chicos que habitan ese territorio cortado por los surcos del agua. Allí se vive de la pesca, de la cuida de animales; para los gurises las oportunidades no son muchas, la mayoría siguen con la tradición familiar de la pesca, pocos son lo que pueden forjar un futuro en la ciudad.
En relación a los 11 docentes que trabajan en zona de islas, la mayoría cubre las carencias que tiene la escuela con su sueldo, que tampoco es mucho ya que para poder llegar a la escuela deben recorrer más de 100 km en tierra y en agua. Durante la semana viven en esas solitarias casas flotantes y realizan las tareas de mantenimiento y cocina.
Las contradicciones del sistema también tienen acto de presencia aquí: la escuela tiene computadora pero no energía eléctrica para hacerlas andar, tiene comedor y provisiones pero no heladeras para conservar los alimentos, y las lista sigue, sin nombrar que no hay enfermeros o médicos cerca que puedan atenderlos en los alrededores, estos deben trasladarse hasta la ciudad más cercana.



Pedro Gutiérrez, director de la escuela flotante N° 42 Alejo Peyret, estuvo presente en la conferencia de prensa y dialogó con nosotros:
¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a la realización del documental?
La necesidad surgió de diferentes dificultades que tienen las escuelas de islas y en base a problemáticas que necesitan una respuesta urgente por parte del Consejo General de Educación y del gobierno provincial. Uno de estos reclamos es la modificación del código 029.
¿Qué es el código 029?
Es un código mediante el cual el gobierno les paga a aquellos docentes que tienen que viajar más de 60 km o hasta 60km., dependiendo de la distancia es el importe que se abona a parte del sueldo. En nuestro caso nosotros viajamos los lunes a la escuela y volvemos los viernes, en la semana permanecemos en la escuela y por esto se nos abonaba el mínimo por mes que hasta el año pasado era de 93 pesos. Nosotros realizamos 8 viajes por mes y debemos cubrir con ese monto la nafta, la lancha, y no nos alcanza, lo restante debemos cubrirlo de nuestro sueldo.
Gracias a este documental, el CGE atendió nuestro reclamo y modificó este código, cuando antes hacía oído sordos a la situación.
¿Cuáles son las principales carencias sanitarias?
Medicamentos, agua potable, luz, más paneles solares y las baterías de los paneles, médicos, enfermeros en la prevención de enfermedades. Las baterías para los paneles salen 2.000 pesos y no es nada para el Estado, solo 4 escuelas cuentan con paneles solares, las demás con grupos electrógenos, pero también carecen del combustible y es el docente que debe poner de su sueldo el combustible para hacer funcionar el aparato.
¿Es cierto que en las escuelas de islas los gurises no pueden acceder a la escuela secundaria?
No hay escuela secundaria, y es una realidad que nosotros le hemos planteado a la responsable del CGE en varias oportunidades y lo volvimos a reiterar en el acto de entrega de las heladeras para las escuelas de islas, para que nos de la solución. Porque estos chicos terminarían lo que hoy es un tercer año y quedarían sin completar la escuela secundaria. Lo ideal es que los chicos puedan culminar sus estudios en la misma zona en donde viven y no que tengan que viajar a la ciudad para hacerlo. Con los maestros de islas habíamos pensado una alternativa ante la falta de respuesta. Como cada escuela tiene equipamiento informático, habíamos pensado en la creación de aulas virtuales en cada escuela en donde el profesor que esta en victoria se conecte con los alumnos de las distintas escuelas, al misma hora, y les dicta la clase.
Son pocos alumnos por escuela, alrededor de uno o dos.
¿Cuál ha sido la respuesta de las autoridades?
La presidente del CGE están en conocimiento porque nosotros venimos reclamando desde hace bastante tiempo y desde gestiones anteriores pero falta decisión política por parte del estado para resolverlos.
Mas allá de que los chicos de islas son dos o tres lo que terminen la escuela secundaria, así sea sólo uno, se merece tener la oportunidad de seguir estudiando y el estado se la debe garantizar.

Por Diana Deharbe para la RNMA Entre Ríos
Fotos: Roberto Rodriguez



Ver trailer del documental

martes, 6 de julio de 2010

“Escuelas flotantes, ideas firmes” - Estreno y conferencia de prensa

“Escuelas flotantes, ideas firmes”, un nuevo documental producido por AGMER, se presentará este miércoles 7 de julio, en la sede de Rivadavia 114 de Paraná, a partir de las 10.
Se trata de un video sobre la realidad que viven las comunidades educativas de escuelas ubicadas en la zona de islas del departamento Victoria.
El trabajo audiovisual se realizó durante los meses de mayo y junio, y tuvo como escenario a la escuela flotante Alejo Peyret.
En la presentación del documental estarán presentes Pedro Guitierrez, maestro de la escuela, miembros de conducción provincial de AGMER y de la Seccional AGMER Victoria.

Por: RNMA Entre Ríos