jueves, 8 de julio de 2010
E.R: Docentes de islas, un ejemplo de lucha contra las desigualdades sociales
El documental “Escuelas flotantes, ideas firmes” fue presentado ayer por la mañana en la sede de AGMER Central de nuestra ciudad, ubicada en calle Rivadavia 114. El video es el segundo que realiza la entidad gremial y se enmarca dentro un proyecto de denuncia audiovisual encarado por la entidad y realizado en esta oportunidad por el docente Mario “Manteka” Martínez.
En quince minutos los realizadores lograron describir la problemática y las necesidades de los isleños que habitan la zona del delta victoriense, al sur de nuestra provincia. Mediante la voz de los docentes, los alumnos y los padres de estas pequeñas comunidades flotantes, salta a la luz un lugar en donde la injusticia y la desigualdad social se mecen en las aguas del Paraná como los camalotes que arrastra una creciente.
La abundante y exuberante naturaleza ribereña oculta la realidad de unos gurises que a costa de un gran sacrificio acuden día a día a la escuela a educarse en condiciones inadecuadas, en un lugar por sus características, está catalogado por las autoridades gubernamentales como de “zona inhóspita”.
La denuncia de los docentes ya tiene varios años y gestiones de vida, pero hasta ahora nadie les ha dado una respuesta favorable. La indignación se hace presente inevitablemente al saber que en pleno siglo XXI, en las generosas costas del Paraná, hay niños y niñas que no tienen garantizado su derecho a la educación, a la vivienda, a la salud, a la recreación y de quienes el Estado solo se acuerda en épocas de campañas electorales, porque son un número más.
El departamento Victoria tiene una superficie de 6.822 km2 y sólo 11 escuelas flotantes para cubrir la necesidad educativa de miles de chicos que habitan ese territorio cortado por los surcos del agua. Allí se vive de la pesca, de la cuida de animales; para los gurises las oportunidades no son muchas, la mayoría siguen con la tradición familiar de la pesca, pocos son lo que pueden forjar un futuro en la ciudad.
En relación a los 11 docentes que trabajan en zona de islas, la mayoría cubre las carencias que tiene la escuela con su sueldo, que tampoco es mucho ya que para poder llegar a la escuela deben recorrer más de 100 km en tierra y en agua. Durante la semana viven en esas solitarias casas flotantes y realizan las tareas de mantenimiento y cocina.
Las contradicciones del sistema también tienen acto de presencia aquí: la escuela tiene computadora pero no energía eléctrica para hacerlas andar, tiene comedor y provisiones pero no heladeras para conservar los alimentos, y las lista sigue, sin nombrar que no hay enfermeros o médicos cerca que puedan atenderlos en los alrededores, estos deben trasladarse hasta la ciudad más cercana.
Pedro Gutiérrez, director de la escuela flotante N° 42 Alejo Peyret, estuvo presente en la conferencia de prensa y dialogó con nosotros:
¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a la realización del documental?
La necesidad surgió de diferentes dificultades que tienen las escuelas de islas y en base a problemáticas que necesitan una respuesta urgente por parte del Consejo General de Educación y del gobierno provincial. Uno de estos reclamos es la modificación del código 029.
¿Qué es el código 029?
Es un código mediante el cual el gobierno les paga a aquellos docentes que tienen que viajar más de 60 km o hasta 60km., dependiendo de la distancia es el importe que se abona a parte del sueldo. En nuestro caso nosotros viajamos los lunes a la escuela y volvemos los viernes, en la semana permanecemos en la escuela y por esto se nos abonaba el mínimo por mes que hasta el año pasado era de 93 pesos. Nosotros realizamos 8 viajes por mes y debemos cubrir con ese monto la nafta, la lancha, y no nos alcanza, lo restante debemos cubrirlo de nuestro sueldo.
Gracias a este documental, el CGE atendió nuestro reclamo y modificó este código, cuando antes hacía oído sordos a la situación.
¿Cuáles son las principales carencias sanitarias?
Medicamentos, agua potable, luz, más paneles solares y las baterías de los paneles, médicos, enfermeros en la prevención de enfermedades. Las baterías para los paneles salen 2.000 pesos y no es nada para el Estado, solo 4 escuelas cuentan con paneles solares, las demás con grupos electrógenos, pero también carecen del combustible y es el docente que debe poner de su sueldo el combustible para hacer funcionar el aparato.
¿Es cierto que en las escuelas de islas los gurises no pueden acceder a la escuela secundaria?
No hay escuela secundaria, y es una realidad que nosotros le hemos planteado a la responsable del CGE en varias oportunidades y lo volvimos a reiterar en el acto de entrega de las heladeras para las escuelas de islas, para que nos de la solución. Porque estos chicos terminarían lo que hoy es un tercer año y quedarían sin completar la escuela secundaria. Lo ideal es que los chicos puedan culminar sus estudios en la misma zona en donde viven y no que tengan que viajar a la ciudad para hacerlo. Con los maestros de islas habíamos pensado una alternativa ante la falta de respuesta. Como cada escuela tiene equipamiento informático, habíamos pensado en la creación de aulas virtuales en cada escuela en donde el profesor que esta en victoria se conecte con los alumnos de las distintas escuelas, al misma hora, y les dicta la clase.
Son pocos alumnos por escuela, alrededor de uno o dos.
¿Cuál ha sido la respuesta de las autoridades?
La presidente del CGE están en conocimiento porque nosotros venimos reclamando desde hace bastante tiempo y desde gestiones anteriores pero falta decisión política por parte del estado para resolverlos.
Mas allá de que los chicos de islas son dos o tres lo que terminen la escuela secundaria, así sea sólo uno, se merece tener la oportunidad de seguir estudiando y el estado se la debe garantizar.
Por Diana Deharbe para la RNMA Entre Ríos
Fotos: Roberto Rodriguez
Ver trailer del documental
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